Hace mucho no dibujaba en serio, quiero decir, con lápiz, papel, entintado y escaneado con muchos detalles. Una de las cosas que me propuse para este año, fue, precisamente volver a prestar atención a todas esas pequeñas cositas que uno pensaría no son muy importantes en un dibujo pero que lo son al menos en el 50% del trabajo final.
Sigo peleando con mi estilo, claro, pero de nada me vale pelear y rabiar si no practico, así que me he puesto muy juiciosa en ese departamento y ya puedo mostrar un par de cosillas:
Milán, chico rebelde pero adorable de un proyecto personal.
Este par aún no tiene nombres, pero tienen historia, también hacen parte de un proyecto personal aparte del dibujo anterior.
Con este último tenía pánico al entintado, pero lo hice en media hora, aún así creo que lo que me va a aniquilar es el coloreado.
Que es otra cosa que debo resolver porque aún no domino muy bien el coloreado de comic y tiendo a meterle a todo mi estilo semirealista. Algo con lo que tampoco voy a pelear, sé que es cuestión de fundir estilos en uno solo. Eso sí, extraño dibujar semirealista, algo que no hago desde... bueno, desde el año pasado.
Esperemos que algo de esto alcance a estar listo para San Valentín y...
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